domingo, 20 de noviembre de 2016

Módulo 2. Caso 3: Aislamiento en el grupo de clase


ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN:

El caso plantea el resultado de un sociograma, herramienta que se ha utilizado para evaluar el acoso escolar, en un aula de 29 estudiantes, con 10 chicas y 19 chicos. La edad media es de 12 años.
Los datos, a nivel general, revelan que el ambiente del grupo es bueno, los estudiantes declaran tener bastantes amigos y les resulta fácil trabajar y estudiar en una clase donde encuentran tranquilidad y orden.
En cuanto a características particulares de los alumnos, el programa identifica a cinco compañeros como los más amables y respetuosos, con buena predisposición para ayudar a los demás. Asimismo, nadie declara que exista bullying en clase.
En el ámbito de las interacciones recíprocas en el grupo, preferencias y rechazos, el test muestra que varios alumnos pueden sufrir una situación de aislamiento y rechazo, puesto que no eligen a otros compañeros del grupo y tampoco reciben elecciones o son escasas (Alumnos 13, 25, 17 y 7). Asimismo, uno de ellos (Alumno 17) es rechazado por 14 compañeros de clase, de manera que presenta un riesgo evidente de exclusión y de ser víctima de acoso escolar.
Por otro lado, el sociograma refleja que cinco alumnos del grupo se presentan como líderes y preferidos de sus compañeros, al tener un perfil prosocial, ya que han recibido un mayor número de votos (Alumnos 22, 24, 9 y, especialmente, 20 y 26).

PLAN DE INTERVENCIÓN:

En primer lugar, se propone realizar algunas entrevistas individuales con el objetivo de conocer cuáles son los motivos que conducen al rechazo de los compañeros que se han mencionado y las razones de éstos últimos para no escoger a ninguno de ellos. Aunque, a través del cuestionario no se haya detectado ningún caso de acoso, es imprescindible conocer la perspectiva de los propios implicados, pues ciertos alumnos sufren situaciones de maltrato que parecen pasar inadvertidas por los compañeros y profesores. También, podría solicitarse la colaboración de las familias, ya que es posible que dispongan de información que los alumnos no muestran o expresan en clase.
En segundo lugar, para lograr la integración total de los alumnos en el grupo e impulsar la creación de vínculos entre ellos, se propone utilizar la técnica de la “ayuda entre iguales”. De esta forma, los alumnos con un perfil más sociable que se han mencionado acompañan a los alumnos más aislados, constituyendo lazos de afecto y vínculos de amistad, lo que propiciará la seguridad en ellos y la pertenencia a un grupo. Si algún alumno objetivo de la intervención tiene un amigo que se considere adecuado, aunque no tenga estatus social en el grupo, se incluirá también en la intervención.
Algunas de las acciones propuestas son:
-          Modificar la disposición de los pupitres de clase para fomentar el trabajo cooperativo, ayudando a los alumnos más aislados a tener un papel activo y visible, especialmente en aquellas materias que dominen, para aumentar la seguridad en sí mismos y su autoestima.
-          Se solicitará la participación a los alumnos más prosociales, líderes. Éstos serán compañeros de mesa de los alumnos en riesgo de exclusión o aislamiento. Ejemplo: alumno 20 con alumno 17. Se persigue con ello, la creación de un apoyo dentro del aula y fortalecer la situación e integración del alumno en riesgo.
Podrán, además, dirigir grupos de trabajo para la realización de actividades de aula, en aquellas materias en las que sean más capaces, haciendo de guías o tutores. Asimismo, les prestarán apoyo cuando sus compañeros necesiten ser escuchados.
-          Actividades en clase para trabajar las habilidades sociales que ayuden a todos los compañeros a saber relacionarse entre sí desde el respeto: juegos de role-playing; integración; empatía-asertividad…

SEGUIMIENTO DEL PLAN DE INTERVENCIÓN:

Con el objeto de comprobar si la intervención ha sido efectiva, se propone realizar de nuevo el sociograma, evidenciando si persisten los casos de rechazo y aislamiento o se han modificado las relaciones de grupo. Los profesores tutores deberán estar vigilantes y observar a los alumnos rechazados en todos los ámbitos, no únicamente en el aula, sino en los espacios de recreo, comedor…

Nuevamente, se mantendrán entrevistas con los alumnos en riesgo de exclusión y alumnos que han hecho de líderes y guías durante el plan de intervención. A través de sus análisis, impresiones o sentimientos… podrá evaluarse el grado de consecución del plan.

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